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Es complicado describir determinados días y determinados momentos.... y es que a veces tengo la sensación de que los tiempos giran demasiado rápido como para gestionarlos de manera eficaz. Demasiadas cosas en poco tiempo, ó igual es demasiado tiempo y lo he perdido esperando un giro de algo que no llega, ni va a llegar. No lo sé.
Creo que estoy perdiendo perspectiva y la capacidad de disfrutar de las pequeñas cosas hermosas que nos ofrece la vida. Agonizo esperando nada, y no vivo un presente que se me presenta, valga la redundancia, lleno de ilusiones, que me cuesta disfrutar. Es como si me hubiesen matado demasiado el alma, como para que esta volviese a crecer y solo esperase la siguiente "ostia". Como si me mantuviese de puntillas, esperando para ver cuál es el próximo palo. Y es que es demasiado tiempo recibiéndolos, creo, como para esperar que no sucedan, aunque también afirmo que a menudo, tengo la esperanza de que por fin esta racha (larga) se cierre. Un amigo, de ésos que no sé si cerraron los ojos, o les hice cerrarlos decía "Amando, cuándo baje la noria, avísame, y le doy un euro al feriante para que la haga girar". Es posible, que el hecho de andar justa de euros, también influya en mi posición... es posible, que hoy sea un mal día, cuándo debería ser bueno. Encontré un trabajo de mierda, de fines de semana. Que siento que está muy por debajo de mis opciones, pero que necesito urgentemente, y es precisamente, esa necesidad... de dejar que la vida sea la que me lleve por dónde quiera... la que me hace caer una y otra vez...
A veces miro a mi alrededor y no veo más allá de que sobrevivo, es como si mis aspiraciones y mis sueños y mi todo, se hubiese ido al garete de un tiempo a acá. Muchos ojos en los que confié, se han cerrado y muchas manos sobre las que me sujeté que me han soltado.
Tengo que reconocer, que en mí camino se cruzan grandes personas; grandísimas, que luchan por darme un poco de luz y que no todo es tan malo, aunque me cueste ver desde ésa perspectiva hoy.
Tal vez viva, de lo que esperaba, y al ser mucho peor, me cueste gestionarlo. Un día alguien me dijo, "no llevo la vida que me gustaría llevar" y yo dije, "supongo que ninguno". Pues hoy, lo entiendo mejor que nunca. Siento que no vivo del modo que me gustaría, y por mucho que me repita una y otra vez "pues cámbiala", estoy paralizada. Ni siquiera me hundo en el fango, sino que me mantengo ahí parada, mirando ó esperando yo qué sé. Mientras que los que me quieren observan como me consumo despacio y se esfuerzan en despertarme la sonrisa; con la consiguiente desazón que produce, no lograr hacerme avanzar.
Demasiado complicado todo no?
Tal vez sea este maldito tiempo que me vuelve loca, la ausencia, el miedo, la desesperación, el hecho de no encontrarme a mí misma en mi propia vida ó quizá sea que me siento demasiado imbécil a veces como para comprender que aun quedan cosas hermosas; pero lo que sí es cierto, es que muchos días, demasiados, la mayoría, no logro sonreír como lo hacía antes. Y me pregunto ¿La ley de Murphy es para siempre?
Sólo espero que mañana sea otro día... y haber si es un poco mejor....ó al menos me levanto con el pie derecho.... y con ganas de agarrar a la vida y tirar de ella... en la dirección que quiero tomar.... no pierdo tampoco la noción de que hoy es un día malo, y que en realidad no todos son así....
